Estuvimos el fin de semana pasado un grupo de amigos ; 7 adultos y 3 niños y la experiencia no fue muy buena. Vaya por delante que el dueño (David) es muy agradable y simpático, pero la casa deja mucho que desear; Vieja, húmeda, sin luz ( ni natural ni artificial), fría, sin un salón grande donde poder estar el grupo entero. La chimenea merece un capítulo a parte, no pudimos encenderla en todo el fin de semana, se llenaba la estancia de humo y si ponías un ventilador que tenía saltaba la luz, ni McGiver hubiera arreglado esos cables empalmados de mala manera. Nos fuimos oliendo a humo desde los abrigos a las bragas.
Además, no tenía apenas comodidades ( ni horno, ni lavavajillas..) y no era nada confortable. Tuvimos que comprarlo TODO, no tenía ni siquiera sal, por no hablar de azúcar, aceite... champú, gel, jabón... Si tuviera que poner algo bueno sería el patio, grande y con una mesa enorme para poder estar fuera, si hubiéramos ido en verano lo hubiéramos disfrutado mucho más, pero desde luego me lo pensaría muy mucho si tuviera que volver incluso en verano, definitivamente, a pesar del precio que era muy asequible, bien cara nos salió, eso sí, lo pasamos muy bien porque somos un grupo que nos ADAPTAMOS a todo pero una y no más!!!