Pamparural

Las casas están en el mismísimo centro del pueblo, en la zona antigua y más bonita. Son increíbles, muy grandes, con aspecto de cuevas, magníficamente decoradas, una maravilla. Por comentar algo, la nuestra tenía una sala de billar, no te digo más. Las vistas increíbles, y muy bien pertrechada. Los dueños nos lo pusieron muy fácil, con un trato amable y personalizado. El sitio es ideal, no creo que se pueda mejorar mucho más, la verdad. Nosotros fuimos en pleno agosto, pero en invierno y con un grupo de amigos debe ser aún mejor. Esa chimenea, madre mía, cómo se debe estar allí...

Es como una casa cueva. Es muy bonita, cómoda y pintoresca. No Le falta de nada. Tiene ambientada la luz para que parezcan ojos de luz natural en las zonas sin ventanas. No se puede aparcar muy cerca, pero el camino a la casa es muy bonito ya que el pueblo es precioso. Cerca hay una pizzeria, y un monumento histórico árabe. El dueño es muy amable y atento

Pasamos unos días de fiesta de semana santa muy agradables y placenteros en la estancia. Es bastante acogedora. Nos gustó mucho la terraza cubierta con las vistas a la montaña, además de la decoración y el ambiente. La única pega fueron las almohadas, que eran bastantes bajas. Fuimos 6 personas y la verdad es que lo recomendamos para hacer senderismo por la zona y/o conocer la Alpujarra granadina.

Mi experiencia. Realicé una reserva de la vivienda de Pamparural que se ofertaba con una mesa de billar, exactamente el pasado día 8 de enero, ingresando por adelantado la mitad del precio. Hemos ido dos parejas, y realicé la reserva con suficiente tiempo pues una de las personas que íbamos solo podía ir ese fin de semana. El motivo de elegir esa casa era, entre otros, poder usar el billar por las noches y durante la estancia Pues bien, el día 22 de enero recibo una llamada diciéndome que, por las lluvias, el alojamiento había sufrido unos recalos en el techo y no podría usarlo. Me dijo el propietario que no era seguro poder arreglarlo pero que podría usar una vivienda que estaba justo al lado, pero sin billar, aunque intentaría conseguir uno o me devolvía el dinero. Debido a la cercanía en el tiempo y pensando que tal vez, como me había dicho conseguiría la mesa de billar o bien arreglarían el techo mantuvimos la reserva. Pues bien, el día de la llegada, efectivamente, nos dio la vivienda de al lado, la que no tenía billar, y justo al rato vino otra familia. Al ver que ocupaban la mencionada vivienda le pregunté al propietario, si ellos iban a la vivienda que yo había reservado y me contestó que no, que por supuesto que no, que la que tiene billar es otra. Sin embargo, al salir los vecinos más tarde les pregunté si esa vivienda tenía billar y me comentaron que sí, que la de ellos era la que tenía billar. Que de todas formas no me había perdido nada pues el billar no estaba bien nivelado y además los palos eran muy malos. Así pues, solo decir que la casa que finalmente usé está bien, estaba limpia, pero me sentí estafado y engañado. Engañado doblemente, cuanto me llamó días antes para decirme que no podía usar la casa porque tenía recalos y, nuevamente, cuando preguntándole allí mismo si era esa la que tenía billar reiteró su sin ningún tipo de pudor.

Casa rural, que conserva su estructura original gracias a la restauración, las vistas panorámicas son excelentes tanto de la sierra como del pueblo de Pampaneira, la vivienda independiente de dos plantas, con todas las comodidades, destaca un salón de ocio con mesa de billar 🎱 y barra de bar. Su ubicación es perfecta, para conocer toda la sierra de la Alpujarra, así como sus pueblos a poca distancia: Bubion, Capileira, Orgiva, Lanjaron, Trevelez etc. Se recomienda para todo aquel que quiera desconectar, de la rutina diaria de la urbe